viernes, 18 de enero de 2019

LA IDEA INICIAL DEL PROYECTO

En el mes de enero de 2019, una amiga de La Roda de Andalucía, me contaba que quería ir de vacaciones este verano a Austria para visitar el campo de concentración de Mauthausen. Le comenté, tras haber estado en Dachau y en Auschwitz, que la experiencia de encontrarte con el horror nazi de cerca es muy fuerte y mi sorpresa fue cuando ella me comentó que lo quería hacer por encontrarse con el sitio donde murió su abuelo materno. 

Antonio Maldonado, abuelo de Isabel.
Me sorprendió muchísimo su historia porque, a pesar de haber leído acerca de los españoles en los campos de concentración nazis y haber visto incluso en Dachau algunos nombres, no me podía imaginar que hubiesen personas tan próximas que sufrieran la deportación. 

A raíz de esta historia me puse a investigar por internet en los archivos y cual sería mi sorpresa cuando descubrí que en los municipios cercanos al mío, Sierra de Yeguas, al norte de la provincia de Málaga, habían muchos casos similares: Almargen, Ardales, Campillos, Cañete la Real, Carratraca, Cuevas del Becerro y Teba son algunos de los pueblos donde podemos encontrar un número de deportados importante. Por ejemplo, de Teba tenemos constancia de siete deportados y si sumamos la población total de esos municipios, actualmente algo más de 20.000 habitantes, tenemos un total de 28 deportados, esto es, un deportado por cada 742 habitantes, un dato llamativo que me animó a seguir trabajando sobre el tema. 

Rápidamente le vi el filón educativo al proyecto y le planteé a mi alumnado de 4º ESO la posibilidad de investigar sobre el tema y darle la responsabilidad de ser protagonistas activos de su propio aprendizaje. De este modo, fui montando el proyecto y lo hilé con los contenidos que en la materia se ven como el Nazismo, la Segunda República, la Guerra Civil Española, la Segunda Guerra Mundial y el Franquismo.

Planifiqué el trabajo por tareas y por fases para que la organización fuese la correcta y pudiésemos trabajar en el tema hasta final de curso para continuar con el proyecto en años posteriores y extrapolarlo también a otros centros educativos en cuyos municipios existan datos de deportados andaluces. 

Y así empezó todo.