El campo de concentración de Mauthausen fue liberado el 5 de Mayo de 1945. Unos días después, todos los comités nacionales de presos del campo redactaron un juramento que fue firmado por deportados de múltiples nacionalidades.
El gran temor de los deportados en los campos nazis era desaparecer sin que quedaran indicios de los crímenes perpetrados. Por este motivo redactan el juramento y se comprometen a mantener viva la memoria de todos los que desafortunadamente dejaron sus vidas en los campos del horror.
Este es el documento que firmaron:
"Tras
una estancia de varios años en el campo, comprendemos mucho mejor el valor de
la fraternidad de los pueblos.
Fieles a este ideal, juramos mantener nuestro espíritu de solidaridad y unión para continuar la lucha contra el imperialismo y el fanatismo nacional.
El mundo fue liberado de la amenaza hitleriana gracias al esfuerzo común de todos los pueblos y merced a este mismo esfuerzo nos ha sido devuelta nuestra amada libertad, tan deseada por todas las naciones.
La paz y la libertad son la garantía de la felicidad de los pueblos y de la construcción de un mundo sobre nuevas bases de justicia social y nacional. Es esa la única ruta hacia una colaboración pacífica de las naciones y de los pueblos.
Ya reconquistadas nuestra libertad y la de nuestros países, queremos guardar en nuestra memoria la solidaridad internacional del campo.
Recogida tan sabia enseñanza, queremos marchar por un camino común, el camino de la libertad indivisible de todos los pueblos, el camino de la mutua comprensión, el camino de la colaboración en la gran obra de construcción de un mundo nuevo, justo y libre.
No olvidaremos jamás los sangrientos sacrificios que los pueblos tuvieron que hacer para reconquistar la felicidad de todos.
Recordando la sangre derramada por todos los pueblos y los millones de seres humanos sacrificados, asesinados, inmolados por el fascismo-nazi, juramos no abandonar jamás el camino que nos hemos trazado.
Sobre la base de una comunidad internacional queremos erigir a los soldados de la libertad caídos en esta lucha sin tregua, el más bello monumento: EL MUNDO DEL HOMBRE LIBRE.
Nos dirigimos al mundo entero para decirle: Ayúdanos en nuestra tarea. ¡Viva la solidaridad internacional! ¡Viva la libertad!".
Fieles a este ideal, juramos mantener nuestro espíritu de solidaridad y unión para continuar la lucha contra el imperialismo y el fanatismo nacional.
El mundo fue liberado de la amenaza hitleriana gracias al esfuerzo común de todos los pueblos y merced a este mismo esfuerzo nos ha sido devuelta nuestra amada libertad, tan deseada por todas las naciones.
La paz y la libertad son la garantía de la felicidad de los pueblos y de la construcción de un mundo sobre nuevas bases de justicia social y nacional. Es esa la única ruta hacia una colaboración pacífica de las naciones y de los pueblos.
Ya reconquistadas nuestra libertad y la de nuestros países, queremos guardar en nuestra memoria la solidaridad internacional del campo.
Recogida tan sabia enseñanza, queremos marchar por un camino común, el camino de la libertad indivisible de todos los pueblos, el camino de la mutua comprensión, el camino de la colaboración en la gran obra de construcción de un mundo nuevo, justo y libre.
No olvidaremos jamás los sangrientos sacrificios que los pueblos tuvieron que hacer para reconquistar la felicidad de todos.
Recordando la sangre derramada por todos los pueblos y los millones de seres humanos sacrificados, asesinados, inmolados por el fascismo-nazi, juramos no abandonar jamás el camino que nos hemos trazado.
Sobre la base de una comunidad internacional queremos erigir a los soldados de la libertad caídos en esta lucha sin tregua, el más bello monumento: EL MUNDO DEL HOMBRE LIBRE.
Nos dirigimos al mundo entero para decirle: Ayúdanos en nuestra tarea. ¡Viva la solidaridad internacional! ¡Viva la libertad!".
Y este es el vídeo que montamos con motivo de los actos del día de la liberación del campo de concentración y que el alumnado reproduce fielmente.
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